Con motivo de la semana internacional del acceso abierto 2016, organizamos en la Universidad Simón Bolívar un conversatorio en el marco de nuestros ciclos de Tertulias Científicas. Nos acompañaron como oradores el Profesor Alejandro Teruel, director de la Biblioteca Central de la USB y la Prof. Cristina Sáinz del departamento de biología de organismos. A continuación les presentamos un resumen de lo hablado y discutido:

Acceso abierto y ciencia abierta

Cuando hablamos de «Open access» (vamos a llamarlo OA) en la academia, nos referimos al conjunto de ideas sobre la disponibilidad de la información producida por los investigadores, y con información nos referimos a los artículos científicos, a los datos, a los capítulos de libros y otros productos similares.

El OA lo podemos ver como parte de un conjunto de nociones denominadas Open science, relacionadas en general con las maneras en que el conocimiento se crea y se disemina. No es difícil suponer que las ideas y prácticas que hacen que una ciencia sea considerada «abierta» pueden ser muy variadas. Las diferentes definiciones pueden resumirse en cinco escuelas de pensamiento bien diferenciadas:

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Las cinco escuelas de pensamiento de la ciencia abierta de acuerdo a Fecher y Friesike (2014).
  • La escuela pública reúne las ideas de que la ciencia debe ser accesible para todo el público. En este caso el acceso se refiere a la comprensión de la información, es decir que la producción científica se debe complementar con iniciativas que permitan que el publico no especializado también capten el mensaje. En este caso ejemplos típicos son las infografías y los blogs científicos.
  • La escuela pragmática se centra en hacer la creación de conocimiento más eficiente mediante la colaboración entre grupos científicos y el uso de datos abiertos y enlazados.
  • La escuela de la infrestructura es similar a la anterior, pero en este caso se considera más importante la creación de herramientas  y recursos que faciliten la investigación.
  • La escuela de la medición tiene consideraciones más específicas. La manera en que se mide el «impacto» de la producción científica debe ser abierta y multivariada, alejada de las visiones más tradicionales centradas en índices basados exclusivamente en la cantidad de citas recibidas, como el factor de impacto.
  • La escuela democrática es la concerniente al OA. En esencia busca que el conocimiento esté a la disponibilidad de ser leída y reusada por cualquier persona.

¿Cuándo un artículo se considera Open Access?

Podemos hablar de dos condiciones necesarias para que el artículo (u otro producto científico) sea de acceso abierto:

  • Es de libre acceso para ser descargado (en el caso de medios digitales) sin que debamos recurrir a alguna forma de pago individual o por suscripción.
  • Puede ser compartido y reusado sin limitaciones.

 La primera condición suele ser la forma más típica de limitar el acceso a la información. Sobre esto, puedes también visitar nuestro artículo Accediendo a la información II. No puedo bajar el paper. El segundo punto concierne a los derechos sobre el producto científico, ya que usualmente la editorial solicita al autor la transferencia de sus derechos de propiedad intelectual al momento de enviar su manuscrito a una revista.

Con el incremento en la demanda de accesibilidad a la información, han surgido revistas (o algunas revistas ya existentes) que aplican  los llamados modelos híbridos, los cuales pueden permitir el libre acceso tras un periodo de embargo (de meses o incluso años), pero retienen los derechos sobre el artículo. La importancia de estas sutilezas es que no podemos considerar un artículo verdaderamente de accesso abierto si no se cumplen ambas condiciones.

¿Cómo podemos contribuir al Open access?

  • Publiquemos en revistas con políticas de acceso abierto.

Cada día estas revistas son más abundantes. Si no conocemos ninguna basta con realizar una búsqueda sencilla en nuestro buscador favorito. Si queremos algo directo al grano podemos recurrir a las revistas indizadas en bases de datos como el Directorio de revistas de acceso abierto (DOAJ), Scielo u otros similares.

  • Permitamos el libre acceso a nuestras publicaciones.

Cuando no sea posible publicar en una revista de libre acceso (por cualquier razón), entonces podemos recurrir a los repositorios institucionales o internacionales para cargar allí una versión de nuestro artículo. En el caso específico de Venezuela, casi todas las instituciones académicas cuentan con un repositorio oficial como por ejemplo:

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Las opciones locales no son escasas, sólo debemos darle uso.

Estos repositorios locales ganan visibilidad en la medida que los usamos. Por ejemplo, Venezuela tiene para Julio de 2016 ubicados 8 repositorios en el Ranking web de repositorios, de los cuales, Saber ULA se ubica entre los 50 primeros más importantes del mundo (Pueden ver el ranking venezolano acá). De la misma manera, también contamos con diferentes repositorios internacionales, que tienen como ventaja adicional el asignar doi (identificador de objeto digital, esencialmente el número único que define la identidad del objeto) a nuestro producto. Algunos de estos son:

¿Quién dice cómo se hace el Open access?

Una de los marcos de referencia más recientes es la Declaración de Berlín, que en resumen es un acuerdo suscrito por instituciones de todo el mundo donde se acuerda contribuir a la difusión del conocimiento mediante las pautas que mencionabamos arriba. Si quieres (te lo recomiendo, el documento es corto) leer la declaración, puedes usar este enlace. Para el momento en que publicamos este artículo, un total de 570 instituciones son signatarias de la declaración. De Venezuela tenemos dos signatarias:

  • La Universidad de Los Antes, en la posicion 181, firmando el 2 de febrero de 2006.
  • La Universidad de Carabobo,  en la posicion 530, firmando el 25 de noviembrede 2015.

¿De qué otras formas podemos contribuir?

Publiquemos nuestros trabajos cuanto antes. El proceso de arbitraje en una revista científica es muy variable y aunque en algunos casos puede durar semanas, la gran mayoría puede tardar meses e incluso años cuando consideramos todo el proceso de revisiones, potenciales rechazo y reenvíos, diagramación, etc. Como respuesta a esto desde hace tiempo existe la figura del Preprint, el cual no es más que una versión disponible de tu manuscrito que aún no ha sido aprobada por los árbitros (pero que usualmente está en el proceso de arbitraje).

Quienes sean del área de física, matemática, computación, astronomía o estadística, seguramente estarán familiarizados con arXiv, el principal repositorio de Preprints, existente desde hace 25 años. Hoy en día la aceptación de los preprints está creciendo al punto en que cada vez se abren más repositorios dedicados a ciencias específicas, por ejemplo:

En ciencias biológicas uno de los más importantes es bioRxiv, existente desde 2013. En Julio de 2016 entraron en funcionamiento engrXiv y SocArXiv, para ingeniería y ciencias sociales respectivamente. En agosto de 2016 se anunció la creación de ChemRxiv para Química y en Septiembre de 2016 se activó PsyArxiv para psicología.

El crecimiento de esta modalidad en las ciencias biológicas al menos es considerable. Por ejemplo la siguiente figura preparada por ASAPbio indica el incremento en el numero de envios a diferentes repositorios de preprints en el tiempo

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Inclusive en arXiv se reciben un alto número de preprints en ciencias biológicas.

Esta ha sido la primera parte de lo expuesto en el conversatorio. ¿Qué opinas sobre el movimiento Open Access? Muchas de estas tendencias tienen aspectos abiertos a debates muy enriquecedores. ¿Quien asume los costos de las revistas open access? ¿Cómo se comparan las revistas open access con las tradicionales en calidad editorial y científica? ¿Es confiable un Preprint? ¿Cómo aumentas la visibilidad de tu investigación?

Déjanos tus preguntas y opiniones en los comentarios. Y recuerda, comparte este artículo si consideras su contenido de interés.

Referencias

Fecher B., Friesike S. 2014. Open science: one term, five schools of thought. In: Bartling S, Friesike S eds. Opening science: The Evolving Guide on How the Internet is Changing Research, Collaboration and Scholarly Publishing. Springer International Publishing, 17–47.